MOTRICIDAD Y COORDINACIÓN

El oído no es “solamente” el órgano sensorial más potente del cuerpo humano, sino que también es un órgano motor. En efecto, en la parte interna del oído se encuentra un órgano llamado “vestíbulo”. Este último informa al cerebro del más mínimo movimiento de nuestro cuerpo y recibe, a su vez, instrucciones. Está estrechamente implicado en nuestra motricidad y nuestra coordinación. Actúa, por tanto, como intermediario activo de la información sensorial e influye directamente (con otras partes del cuerpo) en la motricidad, la lateralidad, la regulación del tono muscular y la verticalidad.

Ciertas dificultades de motricidad y coordinación pueden estar vinculadas con fallos de nuestro sistema vestibular y dan lugar a retrasos en la adquisición y en la ejecución de los gestos que se aprenden al crecer: andar, correr, saltar, marcar el ritmo con el pie o el dedo, por ejemplo. Además, pueden desembocar en vértigo, pérdidas de equilibrio, nauseas, problemas de verticalidad…

El Método Tomatis®, al favorecer la transmisión de los sonidos graves y rítmicos, actúa directamente sobre el vestíbulo y, en consecuencia, mejora la motricidad, la regulación del tono muscular y la verticalidad. Interviene naturalmente sobre la lateralidad auditiva participando, por ende, en una mejor coordinación de los movimientos de izquierda y derecha.